Hemos realizado muchos viajes juntos a lo largo de estos años, pero sin duda el más fascinante de todos, por el momento, ha sido Islandia, país de hielo y fuego.
Uno de los principales motivos por los que nació este blog, fue compartir nuestras vivencias en este increíble destino. Así que nos lanzamos a ello, empezando por algunos consejos prácticos a tener en cuenta que a nosotros nos sirvieron de mucha ayuda, antes de partir al país de Sigur Rós.
¿Cuándo y cuánto ir?
La mejor época para visitar Islandia, si queremos disfrutar de un "buen clima" es en verano, en concreto Junio, Julio y la primera quincena de Agosto. Durante estos meses, las temperaturas al mediodía pueden alcanzar los 20ºC, aunque lo normal son 15ºC. De noche, las temperaturas descienden a la mitad. Fuera de esas fechas, el tiempo es más inestable, y en invierno las carreteras y pistas pueden estar cerradas.
El clima es muy variable y aunque a nosotros nos brilló el sol practicamente todo el tiempo, la lluvia puede aparecer en cualquier momento.
Uno de los fenómenos metereológicos que se da de forma constante, y en especial en espacios naturales abiertos, es el viento.
Eso si, si quieres disfrutar de uno de los grandes fenómenos que se dan en Islandia, como son las auroras boreales, debes ir en invierno, ya que en verano hay practicamente 24 horas de luz (el sol de medianoche se produce en Junio), lo cual impide visualizarlas.
Nuestra experiencia nos dice que 10 días son suficientes para rodear la isla casi de manera completa. Islandia siempre te deja con ganas de más, pero si quieres explorar a fondo todos sus rincones ó hacer la ruta a un ritmo más pausado, es conveniente dedicar al menos 15 días.
¿Cómo ir?
Por suerte, hay vuelos directos desde España a Islandia a través de dos compañías de vuelo: Icelandair y Icelandexpress. Ambas tienen salidas desde Madrid, Barcelona y Alicante, en el caso de las dos primeras practicamente a diario.
Nosotros, elegimos Icelandair con salida desde Barcelona, tras comparar precios, horarios y condiciones.
El aeropuerto internacional de Islandia, en Keflavik, se encuentra a 50 kilómetros de la capital. Desde allí, hay diferentes maneras de desplazarse hasta Reykjavík. Nosotros elegimos taxi porque llegamos de madrugada.
¿Qué meter en la maleta?
Con Icelandair, cada viajero puede llevar una equipaje de mano, un bolso y además facturar otra maleta. Imprescindible el saco de dormir, ya que es necesario en muchos alojamientos. En cuanto a la ropa, no puede faltar un impermeable, unas buenas botas de montaña, un gorro de lana para resguardarse del viento y ropa de abrigo. Pero cuando el sol aprieta, viene bien llevar una manga corta. Y no te olvides del bañador, chanclas y toalla, los necesitarás...
Resulta curioso, pero algo que no puede faltar en la maleta es comida. Islandia es un país muy caro, y no viene nada mal llevarse algunas latas y comida precocinada (pastas, sopas...).
¿Cómo moverse?
Si quieres disfrutar realmente de Islandia, tienes que recorrer toda la isla, y para ello necesitas un medio de transporte.
Existen tours organizados que además de incluir alojamiento y ruta semicerrada, dan la opción de viajar con coche o autocaravana.
Por otro lado, puedes alguilar directamente un coche o una autocaravana y moverte con total libertad.
Finalmente, y a pesar de que la posiblidad de la autocaravana era muy atractiva, nos decantamos por alquilar un coche, para no tener que renunciar a los singulares alojamientos que ofrece la isla.
Existen una infinidad de compañías que se dedican al alquiler de vehículos, pero tras estudiarlas todas, la más económica ( si se puede hablar de algo económico en Islandia) fue Sixt.
Si se quiere atravesar la isla por las pistas, es imprescindible y obligatorio un 4x4. En el caso (nuestro caso), de que se quiera rodearla, un turismo es suficiente. Nuestra elección fue un Volkswagen Polo, pero debido a cierta anécdota que más adelante contaremos, hicimos nuestro viaje en un Chevrolet Lacetti (Monovolumen familiar)
Ruta
Islandia tiene únicamente una carretera principal, la llamada Ring Road o Ruta 1, que como su nombre indica, rodea la isla ( línea roja en la imagen). Una vez fuera de la capital, único lugar del país donde hay más de dos carriles en cada sentido, es la única opción que nos llevará a recorrer la isla.
La Ring Road, tiene aproximadamente 1400 kilómetros y está en perfectas condiciones, al menos en verano, aunque si es verdad que algún pequeño tramo no está asfaltado y es de gravilla.
Nosotros hicimos el recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj, desviándonos en alguna ocasión por carreteras secundarias o pistas aptas para nuestro coche.
Todas las carreteras, poblaciones (por pequeñas que sean), cruces, caminos y lugares de interés, están debidamente señalizados.
Una cuestión muy importante en un viaje de carretera 100%, es tener bien ubicadas las gasolineras. Islandia es un país con grandes distancias entre diferentes pueblos, así que es conveniente llenar el depósito siempre que sea posible, para evitar tensiones innecesarias. Este Mapa de gasolineras de Islandia es realmente útil. Hay gasolineras de autoservicio, sin personal que funcionan con tarjetas de crédito. Son fiables, fáciles de usar y muy habituales.
¿Dónde dormir?
Existen varias alternativas para alojarse en Islandia aptas para todos los bolsillos:
-Acampada libre.
-Cámping.
-Albergues.
-Granjas.
-Hoteles.
-Casa particualres.
En un primer momento, nuestra intención fue cámping combinado con albergues, pero por miedo a las posibles inclemencias del tiempo y para tener más espacio en las maletas, nos decidimos por la opción de Albergues + Granjas + Habitación en casa de particulares.
Los albergues de Islandia pertenecen a la Red internacional de albergues. Conviene sacarse el carnet de alberguista (se puede realizar al llegar al primer albergue) ya que se obtienen descuentos. Están repartidos por toda la isla en lugares estratégicos (varios de ellos están ubicados en idílicos parajes). Son la mejor opción calidad-precio, con un coste aproximado 50 euros por noche en habitación doble. Recomendamos reservar con tiempo ya que hay zonas más turísticas (sur de la isla) con pocas plazas, que se agotan rápidamente.
Todos los albergues donde nos alojamos, estaban equipados con cocina, aseos y duchas compartidos, y otras comodidades como wifi ó hot-tub (un baño a 40ºC antes de dormir, no tiene precio).
En muchos albergues, es necesario llevar tu propio saco de dormir, ya que solo te proporcionan una sábana bajera. Algunos albergues, ofrecen alojamientos especiales como por ejemplo en cabañas de madera.
Si bien es cierto que no es la opción más económica, si vas a Islandia, tienes que alojarte al menos en una granja: contacto con los animales, impresionantes paisajes, paz...y si tienes suerte, deliciosa comida tradicional. La Red de Granjas de Islandia, ofrece un sinfín de posilibilidades de alojamiento a lo largo de toda la ruta. El precio oscila entre 70 y 150 euros por habitación doble. Son similares a los albergues, pero administradas por familias islandesas, lo cual da un ambiente más cercano y hogareño. Algunas tienen baño y ducha privada, y en otras ocasiones es compartido y no todas tienen cocina, ya que algunas también ofrecen servicio de restaurante.
La tercera opción, consiste en dormir en habitaciones de casas particulares. Es una alternativa muy extendida, sobre todo en verano cuando familias islandesas alojan huéspedes en sus propias casas. Estas habitaciones se pueden encontrar en cualquier buscador de hoteles online. Es interesante para conocer más de cerca la forma de vida de los islandeses. El precio oscila entre 50 y 70 euros por habitación doble.
¿Qué y dónde comer?
En algunos alojamientos existe la posibilidad de tomar desayuno de buffet libre pagando un extra , e incluso algunos de ellos, tienen restaurante propio con platos típicos.
Si no existe esta opción o preferimos elegir nosotros mismos el lugar donde comer, podemos elegir entre restaurantes o grills.
Si no existe esta opción o preferimos elegir nosotros mismos el lugar donde comer, podemos elegir entre restaurantes o grills.
En los restaurantes, podemos degustar platos más elaborados entre los que destacan las sopas, el cordero y pescados como el salmón o bacalao y de postre su dulce estrella: Skyr. Muy recomendables, solo hay que verlo y probarlo.
Los grills, son restaurantes de comida rápida (sopa del día, hamburguesas, perritos, patatas fritas...) ubicados en las gasolineras. Son una opción muy práctica y económica.
Como muchos alojamientos, disponen de cocina propia y con tal de no arruinarse, es buena idea echar mano de la comida de la maleta y realizar una compra en un supermercado a mitad viaje. Si en esta compra queremos adquirir cerveza o cualquier otra bebida con alcohol, no la encontraremos allí, deberemos buscar una licorería.
Otros
La moneda del país, es la Corona Islandesa. El cambio respecto al euro es: 1 euro=170 coronas. En todos los establecimentos y alojamientos, aceptan tarjeta de crédito.
Todos los islandeses son capaces de hablar en perfecto Inglés, así que no es necesario aprender islandés, para no tener problemas de comunicación.
Los islandeses se caracterizan por ser amistosos, atentos y peculiares...poseen cierta chispa alocada.
Es imprescindible abonar una tasa de medio ambiente para poder circular por el país, que se pagará al alquilar el vehículo.
Los souvenirs más característicos de Islandia son los productos de lana hechos a mano, desde los Lopi (jerseys con el estampado típico del país) hasta cualquier otro tipo de prenda, elaborado con dicho material. Otros souvenirs curiosos pueden ser botes de aire puro de Islandia, cubitos de piedra volcánica que se usan como hielos, y cosméticos elaborados con minerales del Blue Lagoon.
En muchos establecimientos llamados Tax free, debidamente señalizados, existe un reembolso para turistas por importe de los impuestos, siempre y cuando la compra sea superior a 4000 coronas, quedando exentos los productos de lana artesanales. Dicho reembolso, se hace efectivo en el aeropuerto.
Islandia: Antes de partir...
Islandia, Día 4: Los fiordos del Este
Islandia, Día 5: Llegando al Norte
Islandia, Día 6: Completo día norteño.
Islandia, Día 7: Relax en el Norte.
Islandia, Día 8: Trolls y vikingos
Genial la recopilación chicos, da muchas ganas de perderse por allí. Espero con ansia el resto de entradas sobre el viaje ;)
ResponderEliminarMuchas gracias Silvia. Nosotros también estamos deseando contar el viaje detallando día a día la ruta.
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